martes, 20 de marzo de 2012

Si alguna vez te rindes, recuerda por lo que estás luchando.

Lo importante de la vida no es el destino, sino el trayecto que recorremos, y al cual, no damos realmente importancia...
Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón de otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Eres consciente de que hay respuestas que quizá deban cambiarse. A veces es preciso partir para volver a encontrar el camino. 

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